Terapia Individual

La Terapia Gestalt es algo más que una simple psicoterapia, se presenta como una verdadera filosofía existencial, un «arte de vivir», una manera particular de concebir las relaciones del ser humano con el mundo. La Gestalt se sitúa en la encrucijada entre el psicoanálisis, las terapias psicocorporales de inspiración reichiana, el psicodrama, el sueño dirigido, los grupos de encuentro, los enfoques fenomenológicos existenciales y las filosofías orientales.

Pone el acento sobre la toma de conciencia de la experiencia actual («el aquí y el ahora», que engloba el resurgimiento de una vivencia pasada) y rehabilita el sentimiento emocional y corporal, generalmente censurado en la cultura occidental.

La Terapia Gestalt desarrolla una perspectiva unificadora del ser humano, integrando a la vez, sus dimensiones sensoriales, afectivas, intelectuales, sociales y espirituales, permitiendo una experiencia global donde la vivencia corporal puede traducirse a palabras y la palabra pueda ser vivida corporalmente.

Favorece un contacto auténtico con los otros y con uno mismo. La Terapia Gestalt no sólo tiene como objetivo simplemente explicar los orígenes de nuestras dificultades sino experimentar y «experienciar» los indicios de las soluciones nuevas: a la búsqueda dolorosa y, generalmente, evitativa del ‘saber por qué’, ofrece la alternativa del ‘sentir cómo’, dando paso así a un proceso de movilización que favorece el cambio.

ORIGENES DE LA TERAPIA GESTALT

Para poder entender mejor el contexto en el que aparece la Terapia Gestalt a continuación se exponen algunas referencias históricas procedentes del campo de la Psicología.

El comienzo de la psicología como ciencia podemos situarlo en la obra de W. Wundt (1.832-1.920) y con la aparición del «estructuralismo», comienza el estudio de los elementos básicos de la mente. Este autor sostenía que para estudiar un problema era necesario dividirlo en sus componentes más pequeños. El estructuralismo fue un intento para dividir la mente en unidades básicas llamadas elementos mentales.

A principios del siglo XX comienzan a aparecer tres nuevas corrientes:

  • Funcionalismo: W. James (1.842-1.920), J. Cattell (1.860-1.944)   y  Thorndike  (1.874 – 1.949).  Para   esta   concepción psicológica  es  fundamental  el  estudio  del cómo  y  el porqué trabaja la mente. Influidos por los  estudios  de  Charles Darwin argumentaban que la mente es la función orgánica más importante para la adaptación del ser humano al ambiente. Fueron de los primeros en poner atención  científicamente  en  el  proceso de aprendizaje.

Casi simultáneamente aparecieron:

  • El Conductismo con J.Watson (1.878-1.958) que  había  realizado  su  entrenamiento  dentro del marco del funcionalismo, argumentaba que  la técnica de la introspección jamás sería objetiva, por lo que nunca sería científica, y así también se opuso al estructuralismo. Propuso que sólo las acciones o eventos públicos cumplen con los requisitos de ser observables que requiere el método de la disciplina científica, a estos les llamó conducta.
  • La Psicología de la Gestalt, surge también como una reacción al estructuralismo y al funcionalismo, creada por Max Wertheimer (1.880-1.943), Wolfgang  Köhler (1.887-1.967) y Kurt Koffka (1.886-1941). Los gestaltistas descubrieron que el ser humano percibe por totalidades organizadas como configuraciones (gestalt). Los psicólogos de la Gestalt se oponían a que se pudiera estudiar algo tan complejo como la conducta analizándola en forma de elementos. Según la Teoría de la Gestalt, cuando se hace ésto se destruye la unidad de los fenómenos que están siendo estudiados.

Nos vamos a centrar en los planteamientos de este último enfoque para poder entender más claramente los orígenes de la Terapia Gestalt.

Una de las premisas importantes de la Psicología de la Gestalt, dice así: Es la organización de hechos, percepciones conducta y fenómenos y no los elementos individuales de los cuales se componen, lo que los define y les da significado específico y particular.

Uno de los experimentos que provenientes del estudio de la percepción permitió incidir en el papel protagonista que juega quien percibe a la hora de dotar de significado a lo percibido,  es el del fenómeno Phi : La sucesión rápida de focos encendidos en un cuarto oscuro, según fuera la diferencia de tiempo en el encendido de uno y otro, se tomaba como simultánea, movimiento o independiente.

Köhler concluyó que el proceso de aprendizaje es  secundario a la percepción. La clave para aprender es el  descubrimiento de la respuesta adecuada, la cual depende de la estructuración del campo y del surgimiento de una gestalt.

Los gestaltistas demostraron que  el ser humano no  percibe las  cosas  como  entidades  sin  relación  y aisladas, sino que mas  bien  las  organiza, mediante  el  proceso perceptivo, en totalidades significativas. En cada situación se da una ‘figura’ o punto de interés y un ‘fondo’ sin interés. Mientras hay interés  la   escena aparece organizada de un modo significativo.

La palabra Gestalt es de procedencia alemana y no tiene una traducción exacta  al español (significa al mismo tiempo: forma, configuración, figura y estructura). El significado podría ser tomado más o menos como: una configuración o una forma particular en que se organizan las partes que la constituyen.

La Psicología de la Gestalt que empezó estudiando los procesos de la percepción, pasó al estudio del aprendizaje. La teoría formulada por Köhler de «insight de aprendizaje» se considera como una alternativa a la teoría de Thorndike del «aprendizaje por ensayo y error», basada en la ley del efecto.

La Psicología de la Gestalt ha aportado grandes contribuciones tales como, el concepto de isomorfismo que se puede tomar como una solución a la problemática mente-cuerpo.

Un concepto que luego tendrá gran influencia en los diferentes desarrollos de la Terapia Gestalt es el de «campo psicofísico»: Es lo que determina la conducta, lo que por naturaleza es tanto psíquico como físico. Dentro del campo psicofísico se encuentran los determinantes de las conductas que constituyen el yo y los determinantes  externos compuestos del medio ambiente conductual; del yo forman parte mi ropa, mi familia, mi país, etc. El medio ambiente conductual se refiere a todo lo que es  experiencia o conocimientos conscientes; se determina por la distribución de fuerzas en el medio físico o geográfico. Estas fuerzas o estímulos sensoriales actúan sobre los organismos sensoriales; estos a su vez sobre el sistema nervioso y de ahí van a la mente.

El campo de la experiencia consciente, es decir el medio ambiente conductual se descompone en:

Fondo: Sirve de marco sobre el que va a observarse
la figura y donde ésta se apoya.
Figura: Destaca del fondo, siendo más sustancial y compacta, mejor estructurada y más impresionante que el fondo.

Cada objeto es definido de una forma concreta por el contexto total en el que está incluido dicho objeto y ésto incluye al observador.

A las percepciones externas estudiadas por Wertheimer, Köhler y Koffka, la Terapia Gestalt añade la percepción  figural de las «gestalten» que se forman en el cuerpo y en la relación individuo-ambiente.

La clausura o el cierre de una gestalt incompleta o situación inconclusa se realiza a través de incorporar algún elemento del fondo (que por pertenecer a éste no se había notado) a la figura a través del proceso de estructuración del  «darse cuenta».

Kurt Lewin, traslada el   modelo de percepción  física que propone la Psicología de la Gestalt a  la  conducta grupal. Para este autor, la conducta aparece como una función de campo en el momento concreto en que tal conducta se da, y para su análisis, por tanto, hay que partir de la situación de todo el campo para diferenciar en él posteriormente las partes de que se compone.

El campo es un todo en el cual las partes están en relación y correspondencia inmediata unas con otras, y ninguna parte queda al margen de la influencia de lo que ocurre en otro lugar del campo.

Para Lewin la descarga de una  tensión  equivale  a  lo  que otros psicólogos llamarían  impulso, tendencia o  motivación. La frustración origina una tensión adicional, mientras que la satisfacción de la necesidad da lugar a una relajación de la tensión.

El paso dado por Lewin de trasladar un modelo físico de conducta a la conducta del grupo le permite a Frederick S. Perls (1.893-1970), creador de la Terapia Gestalt, dar el siguiente paso, trasladando este modelo al individuo a su experiencia interna y a la estructuración global de su (experiencia) personalidad.

Hay dos tendencias que reconoce Perls en todas las criaturas vivas:

Sobrevivir: Relacionada con el “principio homeostático que enunció Kurt Lewin.
Crecer: Relacionada con el «principio de autoactualización» que toma de Goldstein.

Del libro: «Una Introducción a la Terapia Gestalt»
Autor:D. Manuel Ramos Gascón. Dr. en Psicología  – Psicólogo Clínico.
Director del Instituto de Terapia Gestalt de Valencia